Disputada la decimoctava jornada de La Liga, la noticia con la que ayer se cerró el día y con la que hoy hemos amanecido, ha sido el penalti no señalado a favor del Barcelona en el tiempo de descuento en su partido disputado contra el Español. También fue noticia, lamentable que tenga que serlo, que ningún miembro de la expedición del Barcelona se quejase o protestase por la actuación del árbitro.
El hecho de saber reconocer los errores y de hacer autoanálisis cuando haces un mal partido, debido en este caso a un excelente juego del rival, me parece admirable y necesario; sí, es extraño que parezca admirable cuando debería de ser algo cotidiano, pero es así.
Una vez entonado el "mea culpa" se deben analizar el resto de circunstancias. En este caso la principal de todas fue el árbitro, que se equivocó en dos acciones puntuales en los minutos finales y que pudieron decantar el partido para el Barcelona: la más clara fue un fuera de juego inexistente señalado a Messi cuando se quedaba solo ante el portero; la segunda fue una mano, más difícil de ver en mi opinión, de Raúl Rodríguez que evitó el gol de Pedrito en el tiempo de descuento. No creo que el Barcelona perdiese por culpa del árbitro, me parece absurdo pensar así, pero dado el resultado se presta más atención a este tipo de errores.
Cuatro empates (Anoeta, San Mamés, Mestalla y Cornellá-El Prat), una derrota en Getafe, y algunos resultados cortos acompañados por mal juego confirman que el Barcelona no consigue imponer su dominio fuera de casa. Ganó en el Bernabéu, pero esa es una plaza relativamente fácil para unos jugadores tan buenos estando hipermotivados. Cinco tropiezos lejos del Camp Nou quieren decir que algo no se está haciendo bien, algo falla, no se sabe porqué, pero el equipo no funciona como visitante. Ahora bien, si analizamos detenidamente esos partidos vemos que en tres de cinco ha habido polémica. En Mestalla hubo dos penaltis claros no señalados a Messi; en Getafe un penalti clamoroso no pitado a Busquets y un gol anulado en el último segundo por fuera de juego inexistente; y en Cornellá-El Prat dos fueras de juego señalados, que no eran tales por una distancia considerable, y un penalti no señalado en un balón que se colaba.
Según Relaño "Ovrebo saltó todos los límites del villarato". Curioso dejar con 10 injustamente al equipo que "tiene" que pasar la eliminatoria. Vídeo al final del post. |
Autocríticos sí, tontos no.