"Yo no tengo el desarrollo de Guardiola, que ha ganado 14 títulos. Para mi desgracia yo no he caído en el mejor equipo del mundo desde el primer momento".Conviene recordarle al Señor González que Guardiola no cayó en el mejor equipo del mundo desde el primer momento, ni mucho menos. De hecho comenzó su carrera como entrenador en 3ª División, en un filial decadente, al que en su primera temporada al frente, consiguió ascender. Una vez demostrada su valía como entrenador, Laporta, apoyado en Evarist Murtra, Txiki Beguiristain, y Cruyff, decidió ofrecerle hacerse cargo del primer equipo. Pep acepta, y el resto es historia.
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| Foto: Lato Klodian (Marca) |
Míchel, por contra,comenzó su carrera en 2ª División B, en un histórico como el Rayo Vallecano, y con el claro objetivo de ascender. A pesar de no conseguir el ascenso, al año siguiente es contratado para entrenar al Real Madrid Castilla en su andadura por la 2ª División. Aún contando con jugadores en la plantilla de la talla de Codina, Sergio Sánchez, Borja Valero, Javi García, De la Red, Granero, Parejo, Callejón, Negredo, o Mata, descendió al equipo a la categoría de bronce. A pesar del fracaso, el Real Madrid continúo confiando en él ofreciéndole el puesto de director de la cantera madridista, puesto que ejerció hasta diciembre de 2008, cuando presentó su dimisión. No habían transcurrido ni cinco meses cuando Míchel, tras sus dos fracasos consecutivos como entrenador, recibe un ofrecimiento para entrenar al Getafe en Primera División.
Y de esta manera, el olvidadizo Míchel, consiguió la llave para entrenar en el fútbol de élite. Que hablen de la "suerte de Guardiola" entrenadores como José Ignacio Martínez o Gregorio Manzano, que llevan media vida en los banquillos, pase, pero tú, Míchel, que sólo has demostrado poca memoria y mucha mediocridad, ¿a quién pretendes engañar?
PD: A pesar que dos de las tres últimas publicaciones tienen el mismo objetivo, esto no es un blog de defensa a Guardiola, ni mucho menos, ya que éste ha demostrado demasiadas veces saber defenderse por si solo. Pero uno lee y oye cosas que, sencillamente, no quiere pasar por alto. Eso es todo.