1.- Higuaín. Relegado a la suplencia tras la eclosión de Benzema, el Pipita tuvo hoy una ocasión maravillosa para reivindicarse. No lo aprovechó, marró tres ocasiones (dos de ellas muy claras) y para colmo, Karim realizó una nueva exhibición con gol incluído. Higuaín pudo cambiar el partido.
2.- Control. Tras 20 minutos frenéticos el Barcelona comienza a adueñarse de la pelota. No profundiza, pero deja correr los minutos sin asumir demasiados riesgos. Con el control pero sin la profundidad la única opción de peligro son los balones frontales a Alexis, que no es poco.
3.- Iniesta. Andrés Iniesta es un mago escondiendo el balón y mucho más que eso cuando el rival concede espacios atrás. Su lesión en la primera parte mermó en demasía el potencial ofensivo de su equipo. Su relevo en el mediocampo fue Cesc, que apenas aportó nada en lo que a creación de juego concierne.
4.- Pegada. Este Barcelona puede ser más o menos regular, pero si le concedes media ocasión es capaz de hacerte dos goles. Messi, que parece que no está, cada vez que arranca con espacios siembra el pánico; sus compañeros lo saben, esta vez fue Pedrito, un genio en la definición, quien lo aprovechó. Y después el golazo de Alves.
5.- Teixeira. Tan malo para unos como para otros. Se amedrentó en el momento de sacarle la segunda amarilla a Lass y no supo reconducir la situación. Hay un problema de concepto en los arbitrajes españoles, no se señalan faltas claras por el mero hecho de "dejar seguir" y esto suele conllevar un problema implícito. Si tú aprecias una infracción que no señalas, luego te vas a ver obligado a compensar dicha infracción, con lo cual se altera el partido innecesariamente.
6.- Relajación. El Barcelona, líder mundial en posesión de balón, no supo administrar una renta de tres goles en 45 minutos. Demasiadas prisas en defensa, demasiadas imprecisiones para un equipo tan metódico que provocaron numerosas pérdidas de balón con las consiguientes contras. A todo ello hay que añadir la feroz presión del Madrid acentuada cuando el Barça pasaba el mediocampo.
7.- Cristiano y Benzema. El ataque del Madrid tiene dos nombres propios: Karim y Cristiano. El francés es un duende y el portugués una pantera. Es de justicia destacar también el partido de Özil, el cual trajo de cabeza a Abidal y a toda la defensa del Barça en general. Creó varias guerrillas por su cuenta provocando situaciones caóticas para el rival en más de una ocasión.
8.- Oficio. El Barcelona supo sacar en los minutos finales todo su oficio, la competitividad de estos jugadores es tremenda. Sabedor de sus dificultades supo pausar, templar, e incluso interrumpir el partido con el único fin de consumir los minutos finales. Además contaron con la inestimable colaboración de Pepe y de Ramos.
9.- Pepe. Vuelta a las andadas, y esta vez sin excusas. Simulaciones, entradas violentas, un lamentable manotazo, etc. Y todo ello sin el aliento de parte del Bernabéu pidiendo "carnicería". Por desgracia ni las simulaciones ni la violencia son nuevas, ni tan siquiera extrañan. Una pena.
10.- Mal perder. Después de llevar a cabo un magnífico partido, gran parte de la plantilla del Real Madrid centró su derrota en la labor arbitral. Mal síntoma sería para el club volver a las andadas en este tema. A pesar de ello el Madrid abandonó el Camp Nou con la moral por las nubes; el Barcelona por contra se fue como perdedor moral. Las conclusiones dejamos que las saquen ustedes.