sábado, 29 de enero de 2011

Hasta siempre "O Rei"

Hace escasas semanas se hacía oficial la retirada definitiva del fútbol de élite de uno de los jugadores más espectaculares, sino el que más, de la historia moderna del fútbol. Ronaldinho vuelve a su lugar de origen, la liga brasileña, ese torneo tan apreciado por las viejas glorias brasileñas que algún día forjaron una leyenda en Europa. Ronaldinho se va ahora, pero muchos sabemos que su retirada oficiosa se produjo en 2006, tras conquistar Liga y Champions con el Barça. Ese mismo año, se disputó el Mundial de Alemania. Ronaldinho jugó con la Canarinha y no pudo repetir los éxitos obtenidos con el Barcelona durante esa temporada, ya que Brasil quedó apeada en cuartos ante Francia. Ese mismo día Ronaldinho decidió dejar el fútbol.

Para hablar de Ronaldinho hay que remontarse al verano de 2003. Laporta acababa de ganar las elecciones y necesitaba un golpe de efecto para ilusionar al barcelonismo. Tras el frustrado acuerdo con el Manchester United por David Beckham, la nueva junta decidió lanzarse a por el fichaje del gaúcho, el cual tenía todas las papeletas de no acabar en el Barça. Por un lado estaba el Real Madrid, que parecía tener un acuerdo cerrado con el PSG para la contratación del futbolista en el verano siguiente. Pero como Ronaldinho no estaba a gusto en París y el club quería vender cuanto antes, la puja se redujo a Barcelona y Manchester United. Los blaugrana realizaron una oferta inicial y final de 24 millones de euros, mientras que los de Manchester ofrecían una cifra algo superior. Cuando la operación parecía hecha en favor de los ingleses, Ferguson decidió retirar la oferta y renunciar así al que se convertiría en los años sucesivos en el mejor jugador del planeta. El Barcelona por su parte llevaba varios años a la deriva sin la posibilidad siquiera de ganar un título, pero el hecho de convertirse en el buque insignia del nuevo proyecto, el atractivo de la ciudad, y su amistad con Sandro Rosell, le hicieron decantarse finalmente por la oferta culé. Ronaldinho aterrizaba así en el Barcelona, ciudad en la que viviría sus años más dorados.

Su adaptación al equipo no fue nada fácil. En un principio Rijkaard le hizo jugar de mediapunta, en un 4-2-3-1, con Quaresma y Luis García en las alas. El equipo no funcionaba y daba la sensación que se seguía sin encontrar el rumbo. Rijkaard llegó a confesar a la directiva que Ronaldinho era muy bueno pero que no sabía dónde hacerle jugar. Llegó la segunda vuelta y todo cambió. Se fichó a Davids, y con él se produjo un cambio de sistema que desplazó a Roonie a la izquierda y fue ahí donde desarrolló su verdadero potencial. Desde mediados de la temporada 2003-04 hasta el final de la temporada 2005-06, el brasileño llenaba las portadas de los periódicos, los telediarios, las radios, etc. El repertorio de goles, asistencias, y jugadas imposibles es, a día de hoy, verdaderamente difícil de recordar en su totalidad. Ronaldinho era el espectáculo hecho futbolista, era uno de esos jugadores por los que merecía la pena pagar una entrada y ver un partido; siempre dejaba algo para el recuerdo. Era puro show-time, algo así como el Magic Johnson del fútbol. Se pueden encontrar mejores futbolistas, el mismo Messi, pero es prácticamente imposible recordar un jugador que fuese tan efectivo como espectacular al mismo tiempo. Sabía combinar a la perfección el hecho de jugar para el equipo y para la grada al mismo tiempo. Basta con escribir en "Youtube" su nombre para encontrar un sinfín de vídeos espectaculares con los que podremos disfrutar siempre. Su legado sencillamente es magia. Samuel Eto'o reconoció en un Informe Robinson su enorme admiración por Ronaldinho, contó como en los grandes partidos se le acercaba antes del comienzo y le decía: Negro, tú corre que el balón te llega solo. Y así era, el brasileño y el camerunés formaron la mejor dupla del mundo durante esos años. Sencillamente Ronaldinho amaba al fútbol y el fútbol amaba a Ronaldinho.

Acabó la temporada 2005-2006 y con ella Ronaldinho. Tras un discreto Mundial y una irregular pretemporada, O Rei empezó su declive. Esa misma temporada el Barcelona se dejó remontar por el Madrid una Liga que tenía ganada. Ronaldinho, tras cuajar un año discreto, alegó que todo se había debido a una mala preparación postmundial, se pensó que Roonie no había podido coger la forma en toda la temporada porque la pretemporada fue incompleta. Todos lo creímos, incluído el presidente Laporta, y le dimos otra oportunidad. Se equivocó Ronaldinho, nos equivocamos todos. La temporada siguiente fue un verdadero calvario a pesar de la consagración de Messi. El Barcelona deambuló en la Liga y acabó a unos 20 puntos del Madrid, con pasillo de campeón incluído. En la Champions, ayudados por la facilidad de los cruces de octavos y cuartos, se plantaron en semifinales y el título se puso a tiro dos años después. Contra el Manchester y en Old Trafford, el equipó simplemente murió. El ciclo se acabó cuatro años y medio después. El Teatro de los Sueños fue el escenario perfecto de un réquiem anunciado.

Ese mismo verano Laporta decidió dar un vuelco radical a la situación destituyendo a Rijkaard y vendiendo a Ronaldinho y Deco. Tres de los cuatro pilares del proyecto dejaban el club, el otro, Eto'o, duraría sólo una temporada más. Durante estos dos últimos años en blanco Ronnie y su amigo Deco no le hicieron ningún bien al club; incluso fueron los protagonistas de una anécdota en un viaje del equipo de regreso de Zaragoza; ambos, en lugar de regresar con la plantilla, realizaron el viaje de vuelta por su cuenta, parando a su vez por el camino en unos cuantos burdeles. Pues bien, tanto Roonie como Deco eran vendidos ese mismo verano al Milan y al Chelsea respectivamente. Ambos eran ya exfutbolistas y se dedicaron a dar tumbos y exprimir las arcas de sus clubs, al mismo tiempo que jugaban con las ilusiones de aquéllos que en algún momento creyeron en su resurrección. Ronnie engordó y yo personalmente sentía pena cada vez que le veía caminando por el campo con la Rossonera puesta. Ni siquiera era capaz de mostrar destellos. Ronaldinho caminaba a pasos agigantados hacia su tumba futbolística.

Como ya sabemos, el brasileño está ya de vuelta en su país. Como aficionado al fútbol sólo le puedo desear suerte tanto en lo deportivo, lo poco que le queda, como en la vida. A pesar de sus dos años y medio de carrera, Ronaldinho será recordado como uno de los más grandes, probablemente el más mágico de todos, será recordado como aquel jugador capaz de levantar del asiento a toda la grada del "Estadi", incluso fue capaz de levantar al Bernabéu en una ocasión. El Camp Nou tuvo la oportunidad de despedirle en el pasado Trofeo Joan Gamper, y evidentemente fue despedido como lo que fue, un grande. Dio tantas alegrías al Barça que se le perdonó todo. Era tan bueno que incluso en los dos años de declive dejó una gran cantidad de destellos de su clase. Como ya he dicho antes su legado es inmenso. Ningún aficionado al fútbol olvidará nunca al gran Ronaldinho, al del regate imprevisible, al del pase mirando a la grada, al de la falta imposible (recuerdo la del Werder Bremen), al de los goles de todos los colores, al de la sonrisa infinita,... Es por esto por lo que simplemente le deseo suerte. Gracias O Rei, nunca te olvidaremos.

martes, 11 de enero de 2011

El fútbol no se compra

Y llegó la ansiada gala del por primera vez llamado Fifa Balón de Oro. Al parecer la Fifa ha comprado los derechos del Balón de Oro a France Football, creadora y antigua propietaria del mismo, hasta el año 2015. Nunca antes una edición había sido tan notoria y mediática como la de este año. Al ruido habitual que acostumbra a acompañar al siempre prestigioso galardón dorado, se sumaba este año la presencia en la votación de todos los capitanes y seleccionadores del mundo. Los protagonistas eran tres. Tres futbolistas bajitos todos ellos, poco amantes de los micros y de las cámaras, tan modestos como tímidos fuera de la cancha, pero con una filosofía de fútbol que les caracteriza y les eleva por encima del resto. Ellos son como todo el mundo sabe Andrés Iniesta, Xavi Hernández y Leo Messi. En común tienen que han sido educados y enseñados en la mejor escuela futbolística y humana de todos los tiempos.

Tras la filtración de la Gazzeta de lo Sport de que Iniesta se proclamaría vencedor, éste partía en todas las quinielas como favorito. A su favor jugaba el hecho de haber sido el mejor jugador del Mundial participando en todos los goles decisivos de España, salvo en el de la semifinal, y contribuyendo de manera sublime a que la selección española se proclamase campeona. Por otro lado convendría añadir que con Mundial o sin Mundial Iniesta es uno de los mejores del mundo por derecho propio y lleva años demostrándolo. Su técnica probablemente sea la más depurada del mundo, a la cual añade unos "slalons" prácticamente imparables que es capaz de combinar con sus sensacionales "croquetas" a unas velocidades de vértigo; una vez leí que da la sensación de que Iniesta va en patines, parece que se desliza cuando deja atrás a sus rivales. En su contra jugaba la primera mitad de 2010, en la que la mayor parte del tiempo estuvo lesionado y posteriormente recuperándose. Sin duda alguna el manchego se hubiese llevado el Balón de Oro otros muchos años, pero esta vez no ha sido así. Quizá el tiempo le devuelva a lo más alto en el largo camino que tiene por delante.

Por otro lado teníamos al arquitecto/ingeniero más completo de los últimos años, Xavi Hernández. Lo de Xavi es un escándalo, no sólo es capaz de diseñar a mano alzada o por ordenador, si no que además sabe ingeniárselas como nadie para mejorar a sus equipos cuando los partidos se tuercen. Lleva años dando clases de cómo se debe jugar a esto del fútbol. Si un marciano cayese mañana en La Tierra y preguntase sobre fútbol, probablemente los primeros vídeos que le mostraría serían de Iniesta, es decir, así se controla, así se pasa, así se conduce, así se dribla, ... Pero una vez que el marciano comprendiese los movimientos básicos, se le deberían poner vídeos de Xavi, y así entendería exactamente lo que es el Fútbol. El valor de Xavi para un entrenador es incalculable, ya que controla en todo momento las fases del partido, mejora a todos los que le rodean, sabe dar con maestría el último pase, y de un tiempo a esta parte a empezado a aportar llegada desde la segunda línea. Xavi es ese centrocampista con el que todo niño debería soñar en ser algún día. En contra de Xavi, para la elección del Balón de Oro, no había nada. Con toda seguridad Xavi Hernández merecía el Fifa Balón de Oro.

Por último tenemos al tercer nominado, recuerden su nombre, Leo Messi. Como ya he apuntado en alguna otra ocasión, nos encontramos ante el mejor jugador de la Historia. Ese marciano del que hablábamos antes explicando las virtudes de Iniesta y de Xavi es Lionel Messi. El argentino es capaz de hacer lo que hace Iniesta, lo que hace Xavi y lo que hace Cristiano. Y además mejor que ellos. Los tres anteriores son excelentes jugadores que hubiesen marcado un absolutismo en el fútbol en muchas otras épocas, pero por desgracia para Cristiano y por suerte para Xavi e Iniesta, estamos ante la época de Messi. Muchos le acusan, especialmente desde "la caverna", de no haber cuajado un buen Mundial. Se equivocan. La mayoría de los que dicen esa bobada no vieron ningún o casi ningún partido de Argentina en Sudáfrica. Lo que pasa que no es lo mismo tener de interiores a Maxi Rodríguez y a Di María, que a los otros dos nominados para el galardón; no es lo mismo tener de socios a Villa y a Pedrito, que a Higuaín y a Tévez. Mi opinión sobre Argentina es que Maradona no supo entender que debía construír un equipo que trabajase para Messi. En el Barça el único liberado es él, todos los demás trabajan y presionan a morir; en Argentina el liberado era Higuaín y a veces Tévez, y al que le tocaba trabajar para bajar al mediocampo a recibir y tocar era a Messi, que aún así seguía siendo con diferncia el mejor, pero perdían mucho fuelle de cara al gol, y sin gol no se puede ganar un Mundial. En el Barça todo es diferente, Alves es un ventilador, Pedro y Villa tienen claro para quien trabajan, Xavi enciende la luz e Iniesta reparte caramelos. Messi, como bien apuntó el hombre que le fichó, el gran Charly Rexach, es la piedra filosofal de todo el barcelonismo, el argentino encarna todas, absolutamente todas, las virtudes de este Barcelona único.

La reflexión final que se puede extraer de la ceremonia de ayer es que, desde mi punto de vista, le ha venido bien al Balón de Oro la fusión con el Fifa World Player. De no haber sido así, el premio se lo hubiese llevado Wesley Sneijder, un mediapunta hábil y listo, con un pase al espacio casi instantáneo y con una llegada a puerta más que notable. A pesar de esto no considero a Sneijder al nivel de Xavi, Iniesta y Cristiano, e incluso al de Robben si está en forma. Vale que ha ganado la Champions y Liga y Copa de Italia, pero para los menos resultadistas como es mi caso, digo menos porque a todos nos gusta ganar, creo que la elección de Messi más que justa ha sido obvia, y además espero por el bien del fútbol que siga ganando balones de oro mientras siga siendo el mejor, como los ganaron en su día Van Basten, Beckenbauer o Cruyff. Únicamente lo siento por Xavi, que por edad tiene prácticamente imposible conserguir el galardón en el futuro, pero Xavi, como todo el mundo, tiene que comprender que la elección de ayer fue justa porque ganó Lionel Messi, simplimente el mejor.