miércoles, 3 de noviembre de 2010

El Madrid no sabe jugar al balonmano

Llegaba el Madrid a Milán con la intención de conseguir su primera victoria en San Siro, en trece duelos, había cosechado diez derrotas y tre empates, ahora más que nunca los blancos tenían en su mano la posibilidad de acabar con la maldición.

El Madrid comenzó el partido con su intensidad habitual, fuerte atrás y en el medio, esperando la menor partición de líneas del rival, para triturar la portería rival con sus eléctricos delanteros. Del Milan esperábamos poco y poco obtuvimos, cualquiera que viese la primera parte no puede explicarse el resultado en el minuto 90. Un Milan blando en todas sus líneas, con dos jugadores retirados como Ronaldinho e Ibrahimovic en su once inicial, y con una defensa que ni siquiera defiende. El Madrid metió el primero y se limitó a tratar de dominar el partido, se confió y cometió un error. El Milan siempre es el Milan, y los italianos siempre serán italianos. De hecho los rossoneri tienen un equipo médico que detecta con un altísimo nivel de acierto, el porcentaje de lesión que tiene un jugador por la manera en que salta. La mayoría de los equipos de Europa arden en deseos de conocer ese secreto, que permite la dosificación de una plantilla tan veterana. El Milan ganó su última Champions con un equipo asentado en la treintena. Pipo Inzaghi, el mejor especialista de la historia en la línea del fuera de juego, con sus 37 años, dio la vuelta al partido y en dos jugadas aisladas hizo dos goles que le colocan como el máximo goleador en competiciones europeas. El Madrid a partir de ahí probó la propia medicina de su entrenador, y los italianos sufrían pinchazos en cada choque. Sólo un nuevo error de la veterana zaga milanesa permitió a Pedro León llevar las tablas al marcador.

Tras marcar Inzaghi su segundo gol, el Madrid se atascó ofensivamente y se limitó a jugar directo esperando un nuevo error de la zaga rossonera. Quedaban aún diez minutos y sus jugadores estaban colgando balones a la olla. A este Madrid se le atragantan los cerrojazos, como un equipo se cierre bien atrás, se le acaban las ideas. El Barça sin embargo está más acostumbrado y toca, toca y toca de un lado a otro del campo tratando de cansar a la defensa rival en busca del error. Muchos partidos del Barça parecen casi balonmano. Del Madrid de hoy me quedo sobretodo con Marcelo, hace muchísimo daño apareciendo desde atrás. Xabi Alonso hoy algo más flojo que de costumbre, Ozil desaparecido y Di María muy trabajador. Fallón Casillas en los dos goles y fallón Cristiano, que no ha sido capaz de irse ni una sola vez de un defensa mucho más lento que él.

Finalizo diciendo que el Madrid, aunque se va a clasificar primero de grupo, ha desaprovechado hoy la ocasión de ganar por fin en San Siro y de dar así u paso adelante en Europa, que dicho sea de paso, falta le hace.