La jornada de ayer me recordó en cierto modo al pasado Barca-Madrid. Cuando peor parecía que estaban los blaugrana, cuando mejor parecía que estaban los blancos, ¡zas! El Barcelona vuelve a dormir sobre un confortable colchón de siete puntos. A lo largo de estos días se manejaba la hipótesis del bajón físico blaugrana, la falta de motivación, el poco fondo de armario para jugar las Tres Competiciones, la poca calidad o la mucha diferencia de los titulares con los suplentes. En definitiva, nada más lejos de la realidad, el Barcelona se sobrepuso a sus importantes bajas y a las diferentes teorías cavernarias y se impuso, no sin dificultad (especialmente en el primer tiempo), pero con una rotundidad demoledora que no dejó ningún lugar a la duda.
El partido se presentaba complicado, teorías físico-psíquicas aparte, el Barcelona aterrizó en Mallorca sin varios de sus hombres clave: Valdés, Xavi y Puyol lesionados, y Alves sancionado. Bajas aparte, en el campo del Mallorca no es especialmente fácil puntuar, sin ir más lejos, en la primera vuelta el Madrid ya se dejó allí dos puntos. Por otro lado hay que destacar que tanto el Barcelona como el Madrid sólo se han dejado puntos este año (sin contar El Clásico) contra equipos de mitad de tabla para bajo. Es en este tipo de partidos donde al Barcelona le cuesta más concentrarse e imponerse. Pero ayer fue diferente, ayer se demostró por encima de todo la valía de la plantilla. Jugadores como Adriano, Maxwell, Pinto, y especialmente Keita demostraron que tienen calidad suficiente para jugar en el Barca, el físico se les presupone, y cuentan con la capacidad necesaria para ayudar al equipo en cualquier momento y competición. Pinto transmitió una seguridad, poco común en él; en mi opinión la seguridad es la cualidad número uno de un portero y el gaditano supo ayer transmitirla a la defensa y al equipo en general en todo momento. Adriano supo secar a la perfección al Chori Castro, además no descuidó los centros al segundo palo desde la derecha y estuvo participativo en ataque, evidentemente no tanto como Alves, pero en cualquier caso cumplió con creces. Cualquier lateral derecho sale perdiendo en una comparación con Alves, sí, incluso Maicon, titular en Brasil. Maxwell estuvo como siempre, es decir, correcto o más que correcto. Es un lujo contar con un relevo como Maxwell en el lateral izquierdo, aporta en defensa, en ataque, y lleva la palabra regularidad como apellido. En último lugar aparece Keita, el más virtuoso de los no titulares la noche de ayer. Tremendo partido del malí. Trabajó a destajo, supo frenar en más de una ocasión las contras del Mallorca, aportó su granito en la elaboración y sirvió el primer gol a Messi con una sublime asistencia. Un 10 para Keita. De los titulares poco se puede decir que no se haya dicho ya. Piqué estuvo seguro en el corte y en el juego aéreo, Abidal magistral una noche más, Busquets es un joven veterano, Villa y Pedro, aparte de trabajar a destajo, siguen sumando. Y Messi e Iniesta,... ¿qué decir de ellos? Messi continúa demostrando a los más excépticos que pertenece al elenco de los dioses del fútbol, e Iniesta es sencillamente el mejor jugador de los mortales. No organiza ni dirige como Xavi pero es mejor jugador que él.
Por otro lado, se observo que los titulares todavía no se encuentran todavía al 100%. físicamente, esta diferencia es especialmente notoria en los jugadores más rápidos como Villa, Pedrito o Messi. Este retroceso físico se debe fundamentalmente a la carga de trabajo a la que los jugadores son sometidos por los preparadores físicos del club a mitad de cada temporada, principalmente a los titulares. Si retrocedemos en el tiempo un par de años, podremos observar que entre enero y febrero se producen siempre los peores resultados del equipo, las goleadas se convierten en victorias por la mínima, y las victorias por la mínima en empates o incluso derrotas. Esta carga elevada de trabajo se produce para llegar con un mejor rendimiento a la recta final de la temporada, pero bien es cierto que este proceso se ha visto disminuido este año debido a que los jugadores mundialistas, la mitad de la plantilla, comenzaron la pretemporada un mes más tarde de lo normal. Por lo tanto, es ahora cuando el Barcelona debería de comenzar a despegar, es ahora cuando debe comenzar a utilizar a todos los jugadores de la plantilla, sin todos ellos es imposible ganarlo todo, y es ahora cuando se deben de poner los cinco sentidos más el corazón y la cabeza si se quiere seguir ganando en Liga y si se quiere eliminar al Arsenal en la Champions. Talento hay de sobra, sólo queda demostrarlo. Donde no llegan las piernas, tiene que llegar la cabeza. Para eso esta Guardiola que es un maestro en lo que a motivación refiere. Otro tropiezo contra el asaltacunas de Wenger y los suyos y sería decir adiós a la Champions. La Liga y La Copa a simple vista parecen más accesibles, pero en ningún caso deben confiarse.
Por otro lado esta el Madrid, como siempre facil de analizar. Fuerte en defensa, capaz de asegurarse el cero en su casillero en casi todos sus partidos, con un terrible caudal ofensivo, pero con unas lagunas enormes en el medio campo. El Madrid juega por y para hacer llegar el balón a la línea de tres cuartos lo antes posible, y una vez ahí confiar en el talento de Cristiano, Ozil, Benzema, Di María,... Ayer como casi siempre mantuvo su portería a cero y creó suficientes ocasiones de gol como para haberse llevado los tres puntos, de hecho lo mereció. Pero esta claro que al que le gusta jugar con fuego al final se acaba quemando. Capítulo aparte merece el impresentable y maleducado de su entrenador que, ante lo cansinas que resultan sus teorías conspiratorias arbitrales, esta semana ha optado por crear una teoría conspiratoria relacionada con el calendario. Mourinho, desde que aterrizó en Chamartín ha llegado a culpar de sus fracasos a los árbitros, a los comités, a Guardiola, a Preciado, a la prensa, a Valdano, a Benzemá, a Sergio Ramos, y por último al calendario. Pero que quede claro que la culpa nunca es suya. De esta manera "The Special 5" consigue engañar a Punto Pelota, al Marca, a Relaño y su cúpula, y en definitiva a toda la caverna mediática de la capital. Con el apoyo de la prensa ultramadridista Mourinho se asegura el respaldo popular, algo que nunca logró Pellegrini, cuando la realidad es que el año pasado el Madrid se encontraba colíder con el Barca y ahora se aleja a siete puntos. Aunque también es cierto que este año el Madrid es finalista de la Copa, eso sí, con una plantilla notablemente superior. Una de las máximas del fútbol y del deporte en general es que hay que saber ganar y hay que saber perder, y no sólo es importantes llevar a cabo ambas por mantener sano el deporte, también es importante conocerlas y saber aplicarlas para no quedar retratado y hacer el ridículo domingo tras domingo. Por desgracia para el madridismo su entrenador no sabe ni una ni otra, pero sin duda su patética imagen se acentúa más cuando pierde. Mourinho probablemente acabe culpando a los extraterrestres por haber traído a Messi a La Tierra o a Dios, por permitir que después del día llegue la noche. ¡Ah no! A Dios no le va a culpar porque es a lo único que teme. Normal, para su desgracia Dios es argentino y lleva el 10 en la espalda.